Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es la primera causa de muerte en el mundo. Chile no está ajeno a esta realidad. Los últimos datos de mortalidad por cáncer en Chile, publicados en noviembre 2023, muestran que la muerte por todos los tipos de cáncer agrupados es la segunda causa de mortalidad, levemente por debajo de las enfermedades cardiovasculares, pero con el crecimiento más importante entre los años 2009 y 2020 (1). Los registros de cáncer en Chile muestran que, en hombres, el cáncer de estómago y cáncer de próstata son los que presentan mayor mortalidad, con tasa ajustada de mortalidad (TAM) de 21,7 y 20,4 muertes por 100.000 hombres respectivamente, mientras que en mujeres destaca el cáncer de mama, con una de TAM 12,0 muertes por 100.000 mujeres. Detrás de estos canceres siguen el cáncer de esófago, vesícula, hígado, páncreas, colon, recto, entre otros. La buena noticia es que, la mayoría de estos tipos de cáncer tienen factores que pueden ayudar a prevenir su aparición. Los factores de riesgo prevenibles son responsables de al menos el 40% de los casos y de casi el 45% de todas las muertes por cáncer en el mundo. Esto conlleva a que la prevención de cáncer sea una meta crucial para los sistemas de salud. Por el contrario, los factores de riesgos que podrían aumentar la probabilidad de presentar cáncer son un un problema muy grave de salud pública.
Recientemente, se publicó el Código contra el Cáncer de América Latina y el Caribe (2), el que consta de 17 recomendaciones basadas en la evidencia, con foco en la población general y en los gestores de políticas públicas locales y nacionales. Este Código contra el Cáncer ha sido desarrollado con una metodología reconocida internacionalmente.
El Código destaca al peso y la dieta, siendo el exceso de peso corporal un factor que ha mostrado estar asociado con al menos 15 tipos de cáncer. Por su parte la carne procesada y roja aumenta el riesgo de cáncer colorrectal; y las bebidas muy calientes están asociadas a un aumento de cáncer de esófago. Las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados se relacionan a un exceso de peso corporal, lo que aumenta el riesgo de cáncer a través de esta vía indirecta, pero probablemente también en forma directa, con algunas pruebas emergentes que sugieren también vías directas (3).
Por el contrario, una la dieta saludable, con un alto consumo de fibra, cereales integrales, legumbres, frutas y verduras muestra ser un factor que podría reducir el riesgo de cánceres digestivos. Además, la lactancia materna muestra ser un posible factor protector contra el cáncer de mama y podría proteger contra el cáncer de ovario. La indicación del Código menciona que, a mayor tiempo de amamantamiento, mayor probabilidad de protección, por lo tanto, la indicación es que cuanto más tiempo se de lactancia materna es mejor (3).
La evidencia también demuestra que el exceso de peso corporal en la infancia y la adolescencia se asocia a un mayor riesgo de cáncer en la adultez, lo que pone de relieve la importancia de actuar desde las primeras etapas de la vida y durante todo el curso vital (3).
Basado en esta evidencia, la recomendación del Código indica que: se debe mantener un peso saludable y una dieta alta en verduras, frutas, legumbres y alimentos integrales, prefiriendo el agua por sobre otros líquidos, así como los alimentos naturales y preparados en casa, evitando la carne procesada y roja, las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados. Así mismo, el Código hace referencia a la importancia de mantener actividad física regular, lo que ha mostrado ser efectivo para mantener un peso adecuado en todo el ciclo vital.
La recomendación del Código también incluye limitar el consumo de bebidas muy calientes, ya que la evidencia más reciente muestra una fuerte relación con el cáncer de esófago.
Por último, pero no menos importante, quisiéramos destacar que la evidencia es contundente a la hora de recomendar evitar el consumo de alcohol, ya que se ha demostrado que el consumo de alcohol está asociado a diversos tipos de cáncer y que no existe un nivel seguro de ingesta.
En atención a esto, y a la pronta celebración del Día Mundial de la Prevención del Cáncer, el 4 de febrero, el Código contra el Cáncer de América Latina y el Caribe propone un conjunto de recomendaciones de políticas públicas para la prevención del cáncer con especial énfasis en la necesidad de contar con entornos saludables para facilitar la adopción de las recomendaciones antes mencionadas. Entre las recomendaciones más relevantes destacamos: el aumento de los impuestos sobre los productos poco saludables y el alcohol, el etiquetado de advertencia, aumentar la disponibilidad de alimentos y agua potable, espacios protegidos para la lactancia materna. Así también, recomiendan realizar programas y campañas comunicacionales para fortalecer la atención primaria como puerta de entrada a las medidas de detección precoz del cáncer y de promoción de la salud.
Referencias:
(1) Departamento de Epidemiología, MINSAL. Mortalidad por cáncer en chile periodo 2009-2020. Enero, 2024. Acceso en: http://epi.minsal.cl/wp-content/uploads/2024/01/Informe_Mortalidad_por_Cancer_en_Chile_Periodo_2009_2020.pdf
(2) C. Espina. A. Feliu, M. Maza, M. Almonte, C. Ferreccio, C Finck et al. Latin America and the Caribbean Code Against Cancer 1st Edition: 17 cancer prevention recommendations to the public and to policy-makers (World Code Against Cancer Framework). Cancer Epidemiol. S 1 (2023), 102436, ISSN 1877-7821. https://doi.org/10.1016/j.canep.2023.102436
(3) T.C. Aburto, I. Romieu, M.C. Stern, S. Barquera, C. Corvalan, P.C. Hallal, et al. Latin America and the Caribbean Code Against Cancer 1st edition: Weight, physical activity, diet, breastfeeding, and cancer, Cancer Epidemiol. S1 (2023), 102436, https://doi.org/10.1016/j.canep.2023.102436
Por: Deborah Navarro Rosenblatt y Lorena Rodríguez Osiac
Publicado originalmente en columnas Cooperativa