El recientemente finalizado estudio cualitativo en familias con niños/as de 6 meses a 5 años de edad en la comuna de San Joaquín, sobre la transmisión de dinámicas alimentarias en el entorno doméstico (FONIS SA19I10085) muestra que la estructura alimentaria doméstica y la forma de transmisión de la cultura alimentaria, dan cuenta de diversas conductas y dinámicas en el hogar e inciden fuertemente en la compra, preparación y consumo de alimentos, así como en la situación nutricional y la salud de las personas.
El hogar se ha calificado como el principal espacio de socialización, donde se definen, simbolizan, transmiten y reproducen gran parte de los hábitos de vida, las preferencias y tradiciones alimentarias. No obstante, ha sido un ambiente poco estudiado en su relación con las prácticas alimentarias.
Los cambios en la oferta, acceso, publicidad y procesamiento de los alimentos, así como en el presupuesto familiar, el rol de las mujeres, y el aumento de electrodomésticos, son variables que han provocado transformaciones del entorno doméstico que conocemos muy poco y que inciden en la conducta alimentaria de la población.
La motivación para realizar este proyecto nace de la inquietud de este grupo de investigadoras por contribuir a combatir la creciente epidemia de sobrepeso y obesidad que afecta a nuestro país y que aqueja la calidad de vida y la salud mental de las personas. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (2010-2011), solo el 5% de la población mantiene una dieta saludable y sigue las recomendaciones de las Guías Alimentarias Basadas en Alimentos. Sumado a los resultados de la última medición nacional donde un 74,2% de la población tiene sobrepeso u obesidad (ENS, 2017).
Este estudio llevado a cabo por un equipo multidisciplinario de investigadoras de la Universidad de Chile en colaboración con la Corporación Municipal de Desarrollo Social, Salud y Educación de la Comuna de San Joaquín, entre diciembre de 2019 y julio de 2022, muestra algo que quizás ya sabíamos, pero constatarlo obliga a repensar este rol: las personas encargadas de la alimentación resultaron ser todas mujeres, agregando a sus otros roles de cuidado y al trabajo fuera de hogar, una gran carga en el ciclo alimentario del hogar que incluye la compra y preparación de los alimentos y las tareas de servir las preparaciones, sumado al ordenar y limpiar cocina y lugares de alimentación. Esta multiplicidad de tareas nos llevó a retomar el concepto de “portera alimentaria” para las mujeres que cumplen tales labores en el hogar y definir las implicancias que esto tiene en la actualidad.
El estudio también reveló que existe una ingesta consciente y estructurada compuesta por desayuno, almuerzo, y once/comida, en horarios y espacios definidos, sumada a otras ingestas destructuradas que llamamos “secundarias” y “accesorias” que son más invisibles, escapando del registro consiente, pero que son hipercalóricas y en base principalmente a alimentos ultraprocesados.
Nos parece que conocer qué, cómo, cuándo, por qué, y con quienes se desarrollan las prácticas alimentarias en los entornos domésticos, es información esencial para asegurar que las recomendaciones, intervenciones o políticas sobre alimentación sean coherentes, apropiadas y factibles, respetando la identidad y la cultura alimentaria de la población.
Para divulgar esta información y contribuir a la generación de capacidades en quienes trabajan día a día en la atención de personas en salud y también en otros ámbitos como educación, desarrollamos un curso gratuito online que es autoaplicado, en el que mostramos paso a paso los hallazgos del estudio y sus implicancias en salud, educación y el ámbito social. Los y las invitamos a inscribirse en https://eol.uchile.cl/courses/course-v1:eol+FACSO-TDA+2022_1/about
Por: Carolina Franch Maggiolo, Paula Hernández Hirsch, Isabel Pemjean Contreras, Lorena Rodríguez Osiac
Publicado originalmente en DiarioUchile