Del 14 al 18 de octubre, la Cátedra de Agricultura Campesina y Alimentación, junto a la Plataforma Cultural de la Universidad de Chile y diversas organizaciones, llevó a cabo la segunda edición de la Semana Campesina “Sin campo no hay ciudad”. Esta actividad ofreció talleres, conversatorios y juegos abiertos a la comunidad, con el objetivo de resaltar la importancia del mundo rural en el desarrollo de la vida urbana y la seguridad alimentaria, contó con una destacada participación de integrantes de GTOP
La segunda Semana Campesina: “Sin campo no hay ciudad” se inauguró con el conversatorio “Desafíos y acciones para la Soberanía y Seguridad Alimentaria en Chile”, en la Sala Eloísa Díaz de la Casa Central de la Universidad de Chile. Iván Cano Silva, secretario ejecutivo de la Cátedra, abrió la jornada agradeciendo la participación de Pilar Barba, vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, y de Andrea García, de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias del Ministerio de Agricultura. Cano subrayó la urgencia de abordar la crisis climática y la pérdida de biodiversidad: “Ahora más que nunca debemos reflexionar sobre la importancia del mundo campesino para la conservación del territorio y del planeta. Queremos acercar el campo a la ciudad, porque sin el campo, no hay ciudad”.
Pilar Barba destacó la relevancia de este encuentro para fortalecer la vinculación entre la universidad y la sociedad. “Estas acciones son una muestra importante de cómo la investigación y la docencia se conectan con la realidad, renovando nuestra visión sobre la sustentabilidad”, dijo. También señaló que la actividad fomenta “la conciencia sobre nuestra vulnerabilidad y la interdependencia que debe inspirar la relación entre el campo y la ciudad”.
Andrea García, representante del Ministerio de Agricultura, agregó que estos espacios son fundamentales para impulsar políticas públicas sostenibles. “A veces es difícil implementar cambios, pero gracias a encuentros como este construimos fuerza para avanzar en la soberanía alimentaria”, afirmó.
Lorena Rodríguez Osiac, directora de la Escuela de Salud Pública y en representación de la Cátedra de Agricultura Campesina y Alimentación y del Grupo Transdisciplinario para la Obesidad de Poblaciones (GTOP), profundizó en los cambios necesarios para el sistema alimentario en Chile. Señaló la importancia de “incorporar el cambio climático, la sustentabilidad y el enfoque de género en las políticas públicas”. Asimismo, subrayó la necesidad de fortalecer la agricultura familiar campesina y los mercados locales como parte de una estrategia integral de soberanía alimentaria.
El evento continuó con un conversatorio moderado por Daniel Egaña, también miembro de GTOP, quien facilitó un diálogo entre expertos del mundo académico y del sector público. Entre ellos, participaron Isabel Cuevas Bravo, presidenta de la Federación Red Agrícola Nacional, y Cristián Cortés, del Ministerio de Salud. Los panelistas discutieron la Estrategia Nacional de Soberanía Alimentaria y la importancia de asegurar que las políticas alimentarias consideren no solo la producción, sino también el acceso equitativo y la salud pública.
La importancia del trabajo transdiciplinario de GTOP
La participación del Grupo Transdisciplinario para la Obesidad de Poblaciones (GTOP) en el conversatorio sobre la Estrategia de Soberanía para la Seguridad Alimentaria fue fundamental para abordar la complejidad de los problemas alimentario-nutricionales desde una perspectiva integral. Como señaló Lorena Rodríguez Osiac, directora de la Escuela de Salud Pública, “GTOP y la Cátedra de Agricultura Campesina y Alimentación comparten la visión de que los problemas de salud alimentario-nutricional tienen su origen en los determinantes sociales de la alimentación, los ambientes alimentarios y el sistema alimentario en su totalidad”.
Este enfoque resalta que no es suficiente con simplemente educar a la población sobre qué comer, sino que es crucial considerar toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo. Daniel Egaña, integrante de GTOP, añadió que “el conversatorio permitió un diálogo entre distintos actores relevantes, como el Gobierno y la sociedad civil, lo cual es esencial para impulsar la estrategia planteada”.
Lorena enfatizó que “esta estrategia pone en cuestión las causas de la inseguridad alimentaria en su amplio espectro”, abordando desde quienes padecen hambre hasta quienes tienen acceso a alimentos de bajo valor nutricional. Esta reflexión es vital, ya que se busca identificar las barreras que impiden un acceso adecuado a una dieta balanceada, considerando no solo la disponibilidad, sino también la calidad de los alimentos en el mercado.
Además, Daniel destacó la importancia de la vinculación entre las políticas del Estado y los productores, subrayando que “la necesidad de que las políticas públicas dialoguen entre sí es crucial”. Este enfoque colaborativo permite abordar temas como la propuesta de una canasta básica saludable, conectando las recomendaciones de salud con la producción local. “Hay que pensar en cómo darle sustentabilidad a las políticas que se proponen”, agregó, resaltando que el trabajo conjunto es esencial para avanzar en la mejora de la alimentación en la población.
Ambos actores coincidieron en la importancia de incluir diversas perspectivas en el análisis de la seguridad alimentaria. Lorena enfatizó que “esta es una muy buena alianza”, destacando la colaboración continua entre académicos de la cátedra y GTOP, lo que permite un enfoque transdisciplinario e intersectorial sobre estos problemas complejos.
La participación de representantes de la sociedad civil, como Misael Cuevas, apicultor y miembro de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina) , también enriqueció el diálogo. “Era interesante ver las visiones coincidentes y discrepancias en torno a la soberanía alimentaria”, comentó Daniel Egaña, subrayando cómo el conversatorio permitió obtener una visión más global sobre la cadena alimentaria.
GTOP busca integrar estas reflexiones en su labor, asegurando que las políticas públicas dialoguen y se alineen con las realidades de los productores. “Es esencial que las políticas del Estado y los actores en el campo trabajen juntos para construir un modelo de desarrollo alimentario sostenible”, concluyó el académico.
La participación de GTOP no solo aporta a la discusión sobre seguridad alimentaria, sino que también fortalece la necesidad de un enfoque colaborativo y holístico para abordar los desafíos alimentario-nutricionales actuales. Este esfuerzo conjunto es crucial para lograr una verdadera transformación en el sistema alimentario, garantizando así el derecho a la alimentación saludable para todas las personas.
Por: Veronica Zúñiga